Seamos sinceros, por mucho que queramos mantener a nuestros hijos alejados de las redes sociales para siempre, probablemente no sea algo realista. La buena noticia es que las redes sociales no son todas malas (ni todas buenas) para la salud mental de los niños.
Beneficios de las Redes Sociales
Las redes sociales ayudan a los preadolescentes y adolescentes a establecer conexiones con otras personas que pueden tener intereses similares. Esto puede permitirles aprender a crear vínculos y a sentirse bien consigo mismos. La creación de vínculos y la autoestima son buenas para la salud mental.
Algunos otros posibles beneficios incluyen los siguientes:
- Crear vínculos: muchos adolescentes prefieren la comunicación digital por su facilidad de uso. Pero, ¿sabía que las redes sociales pueden fortalecer las amistades en persona? Los niños pueden conectarse con los demás a través de intereses comunes y pueden compartir de una manera más profunda.
- Descubrir la creatividad: ya sean videos sobre manualidades, un nuevo idioma o trucos de videojuegos, las redes sociales pueden ofrecer a los preadolescentes y adolescentes formas de conocer a los demás y explorar sus intereses.
- Encontrar un grupo: las redes sociales permiten a los niños encontrar a otros que son como ellos, lo que puede ser útil si un niño no tiene a otros a su alrededor que compartan sus intereses y origen. Encontrar a otras personas que se parezcan a ellos o que tengan dificultades físicas o de salud mental similares puede suponer un gran apoyo.
Riesgos de las Redes Sociales
Dependiendo del niño, el uso de las redes sociales puede aumentar la ansiedad y la depresión, alterar el desarrollo saludable del cerebro y, potencialmente, animar a los niños a compartir demasiado y exponerlos a discursos hirientes o al acoso.
Algunos riesgos frecuentes incluyen los siguientes:
- Preocupación por el aspecto físico: dado que gran parte de las redes sociales son visuales, pueden incitar a los niños a fijarse demasiado en la apariencia y en los comentarios que reciben determinadas apariencias.
- Poder permanente de las publicaciones: es posible que los niños no entiendan que lo que sucede en las redes sociales nunca realmente desaparece, incluso si se elimina. Eso puede significar que los errores pueden tener un impacto mucho más prolongado.
- Mensajes publicitarios: los especialistas en comercialización están llegando a los niños a través de las redes sociales. No siempre es obvio qué publicaciones están patrocinadas o quién está detrás de ciertos anuncios. Esto puede crear sentimientos de envidia o un malentendido de los estilos de vida habituales.
- Miedo a perderse algo: ver a los amigos en una fiesta o compartir una actividad divertida de la que no forman parte puede repercutir negativamente en la salud mental.
- Salud cerebral: como las redes sociales están diseñadas para recompensar constantemente la interacción, el cerebro que aún se está desarrollando corre el riesgo de cambiar el centro de recompensas del cerebro.
Las redes sociales pueden afectar la salud mental de algunos niños más que a otros. Si tiene un hijo con un diagnóstico de salud mental o si le preocupa la salud mental de su hijo, es recomendable que tenga aún más cautela al presentarle las redes sociales.
Tener una Conversación
Ahora que conoce los riesgos y los beneficios de las redes sociales, está en condiciones de hablar con su hijo al respecto. Si su hijo ya está en las redes sociales, pida sentarse y verlo mientras interactúa con su aplicación favorita. Si aún no está en las redes sociales, igualmente puede hablar de ellas, comentarle acerca de algunas de las aplicaciones que usted utiliza y preguntarle qué ha visto hacer a sus amigos.
Puede preguntar cosas del siguiente estilo:
- ¿Qué es lo que más te gusta de esta aplicación?
- ¿Cómo te sientes cuando lo haces?
- ¿Qué viste que te hizo sentir incómodo?
Planifique cómo responder de forma neutral a las respuestas de su hijo, aunque sean preocupantes. Es importante que mantenga la conversación, y eso significa comunicar franqueza, incluso con su lenguaje corporal.
Tener un Plan
Tanto si su hijo ha empezado a explorar las redes sociales como si aún no lo hecho, su familia puede colaborar para elaborar un plan en el que todos estén de acuerdo.
Al conocer los riesgos y los beneficios, hablar con su hijo y trabajar juntos en un plan para las redes sociales, está construyendo el vínculo entre usted y su hijo. Esa franqueza y confianza ayudarán a su hijo a comunicarse con usted si ve o experimenta algo desagradable en las redes sociales. ¡La comunicación es clave!